AMPILICINA RAPID ACTION

Antibiótico de amplio espectro.
Si bien se recomienda implementar la terapia antibacteriana con posterioridad a la realización del antibiograma, las necesidades terapéuticas hacen que sea necesario en muchos casos, la utilización empírica de las mismas. En este sentido, la Ampicilina por ser un antibiótico que actúa muy bien sobre microorganismos Gram-negativos y bastante bien también, sobre bacterias Gram-positivas es un antibiótico muy apto para este tipo de situaciones. La ampicilina es un antibiótico betalactámico que pertenece al grupo de las aminopenicilinas, y éstas atraviesan la capa externa de las bacterias Gram-negativas. Por ello, su espectro de acción, como se mencionó anteriormente, no sólo incluye a Gram-positivos, sino que también es eficaz frente a Escherichia Coli, y algunas especies del género Salmonella cuando se las administra en dosis altas. Si bien las aminopenicilinas pueden ser administradas por vía oral debido a que son estables en el medio ácido del estómago, la ampicilina generalmente produce diarrea debido a que no posee una absorción muy elevada, de ahí que preferimos la presentación parenteral. Esta posee una biodisponibilidad en torno al 100%.

Es el antibiótico de elección para las septicemias agudas y el shock endotóxico, como así también, es la droga de elección junto a la Penicilina en las infecciones urinarias. También se la recomienda en infecciones mixtas, cavitarias y orgánicas, como en las infecciones del aparato genitourinario, músculo esquelético y respiratorio. La Ampicilina brinda una excelente acción en forma subconjuntival para las conjuntivitis infecciosas.

No aplicar a animales con conocida hipersensibilidad a antibióticos betalactámicos No administrar en conjunto con soluciones salinas de dextrosa porque pierde su efecto.

– En potrillos se recomienda una dosis de 11 a 22 mg/kg cada 6-8 horas. Concentración luego de reconstituida: 200 mg/mL. – En equinos adultos se recomienda entre 10 y 20 mg/kg (0.05 – 0.1mL/kpv) cada 6-8 horas.

Equinos

En forma endovenosa, intramuscular, vía subcutánea e intrauterina.
Las frecuencias y dosis podrán modificarse según criterio del profesional actuante.